Todos sabemos cuáles son las consecuencias de una vida sedentaria. Ni que decir tiene que únicamente conlleva perjuicios para nuestra salud, que no nos conviene nada si queremos estar aquí muchos años pero llevándolos bien y no arrastrándonos. Aparte de cuidar nuestro corazón, también tenemos que estar en forma, todo nos viene bien. Si habéis llegado alguna vez al extremo de cansaros mientras vais caminando y hablando con algún amigo porque no podéis respirar bien o si notáis que habéis perdido fuerza en situaciones cotidianas como subir la maleta al compartimento del tren o traer las bolsas del supermercado a casa, quizás este artículo sea para vosotros, donde os vamos a dar ciertas pautas o consejos para manteneros totalmente activos casi sin que os deis cuenta y recuperéis la condición física. Pero como decimos, lo importante es seguir activos.
Pues bien, una de las mejores maneras de conseguirlo es no volvernos unos cómodos. Sí, no lo podemos negar, en esta vida a veces hacemos cosas que nuestros mayores no verían con buenos ojos. Nos pasa por ejemplo con la limpieza del hogar. ¿De verdad a todos nosotros nos hace falta servicio en casa o que venga alguien a echarnos una mano con las tareas? Realmente no. Es cierto que hay cosas que no podemos evitar, como estar en casa a la hora que nuestros hijos salen de colegio para poder recogerlos, pero para limpiar o cocinar siempre tenemos un hueco y podemos hacerlo cualquier día de la semana que tengamos libre en el trabajo. Está claro que venimos cansados y no nos apetece, pero sinceramente, podemos hacerlo. Nuestro cansancio muchas veces en psíquico o relacionado con el estrés, pero nuestro cuerpo puede tomarse un rato para poner la lavadora, fregar o pasar el trapo del polvo. Ese tipo de actividades, aunque no lo creamos, ayudan a salir del sedentarismo. Porque en lugar de estar tirados en el sofá todo el día libre, nos estamos agachando y levantando para sacar cosas de la lavadora y nos estamos moviendo para limpiar.
Otra de las cosas que suele darnos más pereza son las reuniones con amigos. Salir de casa después de una semana de trabajo nos parece casi un esfuerzo, preferimos echarnos en el sofá a ver una película o la tele y más en invierno. Pues bien, debemos desterrar estas ideas y volver a reunirnos con ellos. Organizar una fiesta de disfraces puede ser una ocasión muy divertida para juntarnos y reírnos un poco. Por ejemplo, en www.lacasadelosdisfraces.es podemos comprar disfraces online y organizar una velada de esas que hacen afición. Los tenemos de todo tipo, para mayores y también para niños, y a un precio genial, así que ninguno de los invitados tiene excusa para venir. Y algo tan simple como esto, que nos parece que no tiene relación alguna con la actividad, nos mantiene vivos y menos sedentarios, porque todo el mundo sabe que alrededor de una fiesta siempre hay música y baile. Nada de matarnos en un gimnasio o aburrirnos de dar pedal en una bicicleta. Nosotros mismos podemos hacer ejercicio simplemente bailando y disfrutando de una reunión con amigos.
Otra de las formas más sanas de alejarnos del sedentarismo es olvidarnos de los transportes, ni públicos ni privados. Debemos dejarlos atrás y usar nuestro propio cuerpo. Caminar es algo que puede hacer cualquiera, el ejercicio más básico y más sencillo que nos mantiene en forma y que encima nos hace respirar aire de la calle, algo que viene bien especialmente cuando tenemos mucho estrés y tensión encima. Comprendemos que quizás si entramos temprano a trabajar no nos apetece mucho madrugar más para poder llegar a tiempo caminando o sufriendo las inclemencias del tiempo por la calle, pero sí podemos dedicarnos a movernos al salir de trabajar y volver a casa a pie. ¿Qué tienes muchos kilómetros de distancia hasta tu centro de trabajo? Pues deja el coche lejos y haz parte del camino andando. O coge el metro o el autobús unas paradas después. Todo podemos adaptarlo a nuestras necesidades para sentirnos más sanos. E incluso, por qué no decirlo, menos pobres, porque notaremos un buen ahorro en transporte en nuestros bolsillos.