Las fracturas dentales suelen deberse a caídas, accidentes, masticar alimentos muy duros, golpes al practicar un deporte, caries no tratadas que han debilitado el diente o rechinar los dientes de forma habitual.
Si la fractura llega a la parte pulpar suele provocar sangrado y si el diente se mueve es mejor no tocarlo para evitar que se caiga.
Si el esmalte adquiere un tono marrón o grisáceo es porque ha llegado afectar a los vasos sanguíneos. Es importante saber si se ha producido una fractura o una fisura, ya que lo primero es la separación de fragmentos y terminarán en el desprendimiento de una parte.
Sin embargo, en la fisura no hay desprendimiento sino una grieta o astillamiento leve en el esmalte.
O si se trata de una luxación (cuando el golpe desplaza al diente de su alveolo haciendo que se mueva, aunque sin expulsarlo del todo). La rotura puede ser parcial, es decir, de un trozo de un diente; o total que es medio diente o más, es importante conservar los fragmentos desprendidos.
Los expertos explican que sujetes el diente entero por la corona y nunca por la raíz. Sumerge la pieza dental en un vaso con agua, suero salino o leche.
Para eliminar restos de suciedad que puedan quedar tras el traumatismo enjuágate la boca con agua. Los profesionales de Clínica Dental GEO aconsejan que si sufres una fractura dental no pierdas la calma y acudas a tu dentista rápidamente.
Evita tocar la zona dañada y para calmar la inflamación cubre la zona con una compresa o gasa fría.
En fracturas leves que el nervio no ha sido afectado, el odontólogo realizará una reconstrucción con composite o se colocará una carilla de porcelana.
Si el paciente presenta fisuras en el esmalte, se tratará de recomponer limando y puliendo su acabado, y aplicando porcelana o composite.
Además, el especialista aplicará un gel desensibilizante para evitar que el paciente sufra sensibilidad. Si la fractura es moderada, aunque ha llegado a afectar al nervio, pero se mantiene la estructura dental, primero se realizará una endodoncia.
Después, el especialista coloca una corona o funda para proteger el diente. Si la raíz está afectada lo mejor es hacer un tratamiento conservador con endodoncia.
Si el paciente tiene una fractura severa y el final de la rotura se extiende por debajo de la línea de la encía, el dentista retira el fragmento fracturado y realiza un alargamiento coronario para después reconstruir el diente con composite o porcelana.
Si el caso es extremo, lo mejor es extraer el resto de la raíz y colocar un implante para posteriormente colocar una corona o funda.
¿Cuáles son los deportes que causan fracturas dentales?
El Consejo General de Dentistas informa que «el 39% de los traumatismos dentales son a causa del deporte». Es recomendable utilizar protectores bucales o férulas de protección durante la realización de deportes de impacto.
Los deportes que elevan el riesgo de roturas y pérdidas de piezas dentales son el baloncesto, el fútbol y el balonmano. Sin embargo, en otros deportes como el boxeo o el rugby, no es tan frecuente las roturas dentales porque los jugadores llevan protectores bucales.
¿Existe un fármaco que regenera los dientes que se han caído?
Si los dientes se han caído los especialistas apuestan por los implantes o la dentadura postiza. Un equipo de científicos japoneses han creado un fármaco que permite que a las personas le crezcan dientes nuevos.
Han conseguido buenos resultados en los animales pero para julio de 2024 avanzará en ensayos con humanos.
Katsu Takahashi, investigador principal y director del departamento de odontología y cirugía oral en el Hospital Kitano de Osaka, señala que «la idea de hacer crecer nuevos dientes es el sueño de todo dentista. He estado trabajando en esto desde que era estudiante de posgrado y estaba seguro de que sería capaz de hacerlo realidad».
Los investigadores usaron el fármaco en hurones y les creció un séptimo diente frontal adicional, algunas especies de reptiles o los tiburones pueden regenerar continuamente los dientes, esperan conseguir con este descubrimiento la regeneración dental en humanos.
Antonio Montero Martínez, presidente del Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de la Primera Región, nos explica que «es una investigación que hay que tomarla con mucha prudencia porque una cosa es que estos medicamentos funcionen en animales más simples y otra cosa es que eso se pueda trasladar a los humanos, ya que en teoría estamos hablando de conseguir que en una zona en donde no hay dientes, crezcan unos nuevos. Pero surgen inevitables preguntas ¿hay algún riesgo de que esto siga produciendo la generación de dientes sin control y haga algún tipo de tumoración?, ¿cómo serán esos nuevos dientes?, ¿podrá aplicarse a todo perfil de paciente?».
El fármaco estará listo para uso general en 2030, así que todavía queda unos años para saber si funcionará en humanos.