Muchas personas recurren al ayuno intermitente para reducir peso. Según un estudio publicado en la revista «The Journal of the American Heart Association» basta con comer menos en general y hacer menos comidas copiosas.
Los investigadores explican que esta estrategia de control de peso es más eficaz que el ayuno intermitente.
Este estudio evaluó la asociación entre el tiempo desde la primera comida hasta la última comida con el cambio de peso. Casi 550 participaron en el estudio.
El 80% de los participantes eran adultos de raza blanca; el 12% de raza negra; y alrededor del 3% se identificaron a sí mismos como asiáticos.
La edad promedio fue de 51 años, y el índice de masa corporal promedio fue de 30,8. El tiempo medio de seguimiento del peso registrado en la historia clínica electrónica fue de 6,3 años.
Los participantes con un índice de masa corporal más alto en el momento de la inscripción tenían más probabilidades de ser mayores, de raza negra, tener diabetes tipo 2 o hipertensión arterial, hacer menos ejercicio, comer menos frutas y verduras.
El equipo creó una aplicación móvil, para que los participantes registraran la hora de dormir, comer y despertarse. Los investigadores comprobaron que el horario de las comidas no se asoció con el cambio de peso durante el período de seguimiento.
El número total diario de comidas copiosas y las comidas medianas se asoció cada una con un aumento de peso durante los seis años de seguimiento. Sin embargo, las comidas pequeñas se asoció con la disminución de peso.
¿Qué es el hambre emocional?
Para no picar a todas horas es importante estar relajada y evitar el estrés. Los expertos explican que cuando estamos nerviosos o aburridos nos entran ganas de tomar algo.
La ansiedad y el estrés no son los mejores aliados de la alimentación saludable. «La ansiedad se elimina ocupando la mente en otras actividades, por ejemplo, leer, pintar, jugar a un juego de mesa, hacer una manualidad… Todo ello nos mantendrá ocupados y sólo nos acordaremos de comer en caso de que tengamos hambre de verdad y no por aburrimiento », comenta Caridad Gimeno Uribes, profesora del Grado en Nutrición Humana y Dietética de la Universidad CEU Cardenal Herrera .
«En general, las personas con estrés comen alimentos poco saludables siendo éste el problema. Muchos de ellos son lo que llamamos alimentos ultraprocesados, tanto dulces como salados: productos de bollería, chocolate, helados, snacks salados, gominolas…», añade la profesora de Nutrición.
Es posible mantener una dieta saludable en situaciones de estrés si realizas técnicas de relajación.
Se recomiendan hacer los ejercicios de respiración y relajación por las mañanas, ya que puedes estar más libre de las preocupaciones, pero también puedes realizarlos antes de dormir.
La terapeuta de PSICOARMONIAEMOCIONAL, experta en salud emocional y en terapias online personalizadas, explica que las
respiraciones controladas ayudan a regular el aumento de la activación fisiológica que se produce a consecuencia de las situaciones de estrés, pero también ayudan a promover una mayor oxigenación de la sangre.
Muchas personas apuestan por el yoga para desconectar de los problemas y reducir el estrés. Varios estudios han comprobado que esta disciplina relaja y refuerza el sistema inmunitario.
Para reducir el «hambre emocional» debes tomar alimentos ricos en magnesio, calcio, vitamina C y omega-3. Si consumes alimentos saludables puedes aliviar la tensión y eliminar los nervios.
Apuesta por los alimentos que favorecen la relajación como los frutos secos, el pescado azul, la avena, el aguacate, los frutos rojos, el pollo, las infusiones, los dátiles, el aceite de oliva, etc.
«Los huevos a menudo se conocen como multivitamínicos y están repletos de vitaminas, minerales, aminoácidos y antioxidantes necesarios para una respuesta saludable al estrés», informa ABC.
Apuesta por los alimentos con azúcares intrínsecos que nos aportarán el sabor dulce de forma natural como la calabaza, el boniato, el plátano…
Para conciliar el sueño puedes tomar un lácteo antes de dormir con un puñadito de frutos secos. Debes saber que los frutos secos favorecen la relajación, porque aportan triptófano y altos niveles de magnesio.
El triptófano es un aminoácido que se convierte en serotonina, que es la hormona de la felicidad. Es aconsejable tomar un vaso de leche caliente antes de dormir, porque relaja y mejora el descanso.
Incorpora en tus cenas los quesos frescos o una porción de yogur como postre. Opta por el yogur natural para lidiar con periodos estresantes, porque contiene un alto contenido en triptófano.
El queso fresco tiene vitamina B12, que interviene en el buen funcionamiento del sistema nervioso.
¡Evita la bollería industrial y opta por alimentos saludables!