Los infartos son la primera causa entre los españoles. En 2015 fallecieron en España un total de 422.568 personas, 26.738 más que las 395.830 del año anterior, lo que representa un aumento del 6,8%, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Si nos ponemos en el mejor de los casos, tras un infarto al corazón podemos seguir vivos, pero en muchas ocasiones, no vamos a poder seguir trabajando, o vamos a necesitar unos cuidados y medidas, que nos van a dejar inutilizados para trabajar. ¿Estamos preparados para ese momento?
Los especialistas de la Fundación Española del Corazón han hecho énfasis en el impacto que tiene un evento de este tipo en la esfera emocional del paciente. Vamos a describir cuáles son las repercusiones psicológicas y emocionales de un ataque al corazón y cómo podemos solucionarlo.
Después de un ataque, según la especialista, se genera un abanico de sensaciones, como incertidumbre, negación, miedo a la muerte, tristeza, enfado, estrés de evitación o, por el contrario, de entereza para afrontar la enfermedad de manera activa mediante la búsqueda de soluciones. Además los datos aportados por la especialista señalan que el 20% de los pacientes que han sufrido un evento de este tipo manifiesta impotencia sexual funcional relacionada con las emociones. Y es que después del infarto, hay que prepararse para sus secuelas.
Emociones negativas
La emociones negativas provocan alteraciones cognitivas, fisiológicas y de conducta que, a la vez, favorecen el desarrollo de patologías cardiovasculares: el estrés, la falta de apoyo psicosocial, la ansiedad, la ira y la depresión. En este momento cuando tenemos que acudir a profesionales. Una buena recomendación es hacerlo a Maribel Paz, especialistas en recuperar la autoestima a personas que por ejemplo hayan perdido el trabajo o vayan a tener que enfrentarse a una dura realidad.
Estos psicólogos recomiendan técnicas cognitivas, que son ideales para cambiar pensamientos, técnicas fisiológicas, que sirven para aprender a relajarse, y técnicas para modificar la conducta y también de autorrefuerzo y autocontrol, empleadas para mejorar los hábitos de salud y las relaciones personales. Que uno, después de un infarto, tenga un papel activo y que su vida continúe y de cómo lo haga depende en gran medida de él mismo. Así pues, si has pasado por este trago, comienza a verlo de otra manera. Piensa que tienes una segunda oportunidad de vivir la vida, y que otros, no han tenido tu suerte.
Consejos
Toma nota porque los profesionales aconsejan estas cosas cuando has sufrido un ataque cardiaco:
- Evitar el sedentarismo: caminar cada día durante una hora y huir de las actividades bruscas.
- Seguir una dieta sana y equilibrada, baja en sal si se sufre hipertensión y baja en colesterol.
- Reposo. Es un periodo de tiempo en el que el paciente debe descansar. Hay que olvidarse del trabajo. Más adelante, la exigencia física o el estrés que suponga la actividad laboral establecerán si se puede retomar.
- Si surgen nuevos síntomas, hay que acudir a un centro de urgencias.
- Al desplazarse, hay que llevar consigo el informe médico del alta, ya que sería de gran utilidad ante una emergencia
Esperemos que estos consejos te sirvan para comenzar una nueva vida, libre de cargas, pero consciente de que hay que cuidarse.