Todas las enfermedades cardiovasculares están vinculadas entre sí. El punto común es la arteriosclerosis o enfermedades relacionadas con las arterias.
Es una mal común que afecta a muchos países, tanto que, por ejemplo, en Estados Unidos la tasa de muerte por esta causa es superior a la del cáncer (1 de cada 3 personas). Y esto se puede aplicar al resto de Europa.
Al parecer, el riesgo de padecer estas enfermedades se presenta a partir de la adolescencia, siendo prioritaria su prevención desde el inicio, ya que cuando sus causas con detectadas, la enfermedad se encuentra ya en un estado muy avanzado. Sin embargo, a estas edades los jóvenes están más preocupados por las ETS (enfermedades de transmisión sexual) y los accidentes que pos las futuras consecuencias de sus hábitos de vida. Esto es lógico, ya que es mucho más difícil tener en cuenta la posible aparición de una enfermedad cuando sus efectos se manifestarán a largo plazo. Por ello es muy importante concienciar a la juventud de estos problemas a través de la educación, tanto en casa como en la escuela.
Así como hemos dicho es mucho más importante la prevención que la curación, a través de una alimentación adecuada y ejercicio regular. Uno de los vicios que favorece el desarrollo de estas enfermedades es el hábito de fumar.
Aun así, el riesgo cardiovascular es tratable y reversible mediante la dieta y el tratamiento y la reducción del estrés.
En casos graves se puede recurrir a la cirugía.
