Hace unos días vi en televisión un anuncio de un banco que venía a decir algo así como que todos deseamos tener ahorros, pero que lo que nos quita el sueño es realmente el ahorrar. Pues con el deporte pasa algo similar: todos queremos tener un cuerpo de estrella de cine, una figura increíble, tonificada o, por qué no, musculosa incluso. Pero esos resultados requieren de mucho esfuerzo y constancia, que no siempre sabemos de dónde sacar. Y en caso de que esto no sea un problema para nosotros, a veces las prisas del día a día o las miles de tareas pendientes nos privan de otro importante factor: el tiempo.
¿Cómo combatir todo esto? Pues una opción son las plataformas vibratorias. Se trata de una manera cómoda de tonificar nuestro cuerpo sin necesidad de una contribución de energía grande por nuestra parte, y tampoco requieren de mucho tiempo. Asimismo, suponen un beneficioso aporte de salud para aquellas personas que no tienen mucho tiempo ni desean realizar un gran esfuerzo.
La manera en que funcionan este tipo de máquinas, utilizadas también para mejorar aspectos como la fuerza o la tonificación por parte de deportistas profesionales como parte de su entrenamiento regular, consiste en la contracción de los músculos de manera involuntaria para responder al movimiento que la plataforma lleva a cabo.
El trabajo con este tipo de máquina ayuda también a prevenir lesiones que podríamos tener en caso de un mal entrenamiento con materiales como pesas. No obstante, un uso excesivo o mal calculado podría producir también algún tipo de desgaste en nuestras articulaciones. Para ello es conveniente asesorarse con el vendedor acerca de qué tipo de programa nos conviene mejor utilizar de entre todos aquellos de los que dispone la máquina y cuáles son los tramos de tiempo que nos convienen para los logros deseados, cuáles son los mínimos y los máximos espacios de tiempo que debemos respetar.
Por último, cabe destacar que se trata de un producto para todos los bolsillos. Las podemos encontrar desde unos 200 euros, con unas funcionalidades básicas, hasta por encima de los 1.000, para la actividad profesional. Eso sí, no son aparatos pequeños, así que es conveniente tener espacio suficiente en el domicilio para poder llevarlos a casa. En caso de que no sea posible, existen multitud de centros de estética y salud, así como gimnasios, que incorporan las plataformas a sus tratamientos.
Si por el contrario tenemos tiempo suficiente y ganas no nos faltan, otra opción en lugar de optar por las plataformas es optimizar el ejercicio que realicemos. Por ejemplo, en lugar de correr de manera continua, podemos hacer series al máximo de nuestra capacidad. Una muestra sería correr durante 90 segundos y descansar otros 90. Repitiendo esto unas 10 veces y durante dos o tres días por semana. De esta forma, necesitaríamos sólo entre una hora y hora y media a la semana para estar saludables y con un cuerpo más cuidado. En lugar de optar por periodos más largos de tiempo, debemos centrarnos en realizar picos de mayor intensidad.