Hoy en día la psiquiatría sigue estando asociada con la locura y esto es algo que debería empezar a cambiar. No me avergüenzo de decir que cuando necesito ayuda la busco, la pido, sea de la clase que sea y hoy en día acudo a mi psiquiatra Alicante, al cual os redirecciono por si lo necesitáis, porque lo necesito ¿y sabéis qué? No me acobarda decirlo porque no tiene nada de malo.
Poco a poco la idea del psicólogo ha ido cambiando y aunque aún hay mucha gente que opina que ir al psicólogo es cosa de locos la sociedad ha ido cambiando y ya no está tan mal visto como sí lo estaba antes, pero ¿qué hay de la psiquiatría? Ésta sigue asociada a enfermedades mentales que la mayoría de nuestra sociedad tacha de “locuras” pero no nos damos cuenta de que esas enfermedades podemos sufrirlas cualquiera de nosotros y no ayuda, en nada, que te tachen de loco.
La esquizofrenia, la bipolaridad, la depresión, todas estas enfermedades son tratadas pos psiquiatras y tanto las personas que las sufren como el médico que las medica tienen una connotación negativa dentro de nuestra cultura a pesar de que no debería ser así.
En un artículo de El País la doctora Natalia Trenchi reconoce este hecho y habla de él abiertamente, sin tabúes, y reconoce que mientras en Estados Unidos y otras zonas de Europa la cosa ha cambiado en España y Buenos Aires, entre otros países, siguen con una mentalidad anquilosada y no parece que vayan a cambiarla en un corto espacio de tiempo.
La salud mental es algo que deberíamos entender como una parte más de la salud en general pero muchas veces, por no decir la mayoría, la pasamos por alto.
En este blog nos centramos en la protección del corazón pero hablamos de todos los problemas de salud, así como de los avances y demás informaciones interesantes que vamos encontrando y he de dejar una cosa muy clara porque parece que lo olvidamos con facilidad: una depresión, un estado de nervios constante o una enfermedad mental puede repercutir gravemente en el estado y bienestar de tu corazón, de tu órgano más vital. Tenlo en cuenta.
Lo que no puede ser es que vivamos estresados y pretendamos tener una vida saludable. Y con estresado no me refiero sólo a que en nuestro trabajo nos agobien mucho o a que tengamos que hacer demasiadas cosas a lo largo del día. Me refiero a que es fácil que un problema nos ronde la cabeza a todas horas, a que cualquier tontería nos esté dando martillazos continuamente y nos maree de manera que acabemos acelerados, estresados ¿entendéis a qué me refiero?
Todos hemos pasado por momentos más estresantes que otros y no se trata de pretender estar siempre calmados como si en lugar de sangre tuviéramos horchata, sino que se trata de no estar en un continuo estado de nervios que pueda perjudicar nuestra salud notablemente.