Es impresionante comprobar cómo avanza la investigación y cómo nuestros científicos ayudan a salvar vidas cada día en este país. Sin embargo, como todos sabemos, hacen falta más fondos pero ese es otro tema ¿no? Conozco a un chico que trabaja en esta empresa especializada en envíos refrigerados, que por lo visto es una de las mejores, que me ha contado cómo ha conocido a miles de científicos y médicos a través de su trabajo que le han dicho que cada día tienen menos presupuesto en investigación.
Este chico trabaja para Polar Expres y por lo visto es una de las mejores empresas de transporte de muestras biológicas lo que le ha permitido entablar conversaciones interesantísimas con científicos y médicos españoles. El caso es que me ha contado que eso que oímos en los medios de comunicación de la reducción de presupuestos para investigación no es nada en comparación con la realidad.
En el periódico de El País tienes la posibilidad de buscar todas las noticias sobre un mismo tema y yo, por curiosidad a raíz de esta conversación con el joven que os comento, he buscado “Recortes en investigación científica” y he alucinado en pepinillos tal y como diría mi hija de 7 años.
A veces oímos cosas, nos cabreamos con el Estado por reducir presupuestos, no sólo en investigación sino también en sanidad o educación, pero seguimos con nuestras vidas y un par de días después ya no nos acordamos o no somos conscientes de ello.
Debemos darnos cuenta de que cualquier logro en el avance contra cualquier enfermedad o en el hallazgo de cualquier vacuna nueva que ayude a prevenir cánceres y demás virus del siglo XXI lleva detrás un gran gasto económico porque no hablamos sólo de los sueldos de equipo profesional y experto que trabaja cada día en esa investigación porque, además de los profesionales, tened en cuenta que trabajan cientos de becarios recién salidos de las universidades que apenas cobran algo y, sin embargo, invierten todo su tiempo en dicha investigación. Hablamos también de equipos, de tecnología carísima, de pruebas costosísimas pero necesarias, de laboratorios específicos e incluso de viajes que se han de realizar y otras muchas cosas más. Todo eso, es carísimo y aunque podamos pensar que es un gasto brutal debéis ved luego los resultados de tal inversión: vacunas, curas, enfermedades erradicadas en nuestro país, enfermos que mejoran su calidad de vida, etc.
Cuando pienso en todo eso me encuentro siempre en una encrucijada: en caso de tener que reducir gasto ¿de dónde quitaría yo? ¿De sanidad? ¿De investigación I+D? ¿De educación? ¿Cultura? Luego siempre llego al mismo punto y pienso que rebajaría sueldos desorbitados de políticos y empleados (altos cargos) de nuestro Gobierno, y les recortaría pluses, les haría viajar en clase turista, les pediría que usaran sus propios móviles y que se compraran sus propios ordenadores, etc. Pero eso es algo tan idílico en este país que resulta hasta irrisorio llegar a planteártelo así que volvemos al kit de la cuestión: sanidad, investigación, educación ¿qué?
Al final me doy cuenta de que no tengo ni idea y de que haga lo que haga todo tendría repercusiones negativas pero lo que sí sé es que no podemos dejar de invertir, que debemos tirar hacia adelante y de que si alguien quiere cortar algo por lo sano debería ser llevado a estudio por un grupo de expertos para que examinasen los pros y los contras de hacer eso antes de que un político tomara una decisión sólo en base a las cifras.